Los propietarios de este arrepentido
husky siberiano se la pensarán dos veces antes de volverlo a dejar solo en
casa. La última vez que hicieron eso para asistir a una función de cine,
demostró que además de saber hurgar en la basura, ladrar y ser fiel; también
tiene un talento especial para decorar interiores. En cuestión de tres horas y
con nada más que un bote de tinta para elaborar caligrafía, este amigo
convirtió la casa entera en un lienzo.
Luego de que tirara el bote de tinta al suelo y humedecer sus
patas en la sustancia, el perro se paseó por todos los rincones
de la casa e incluso se subió a algunos muebles. Parece que
también se divirtió con diversos objetos entre los cuales se encuentran algunos
zapatos, bolsas y almohadas, que adquirieron un nuevo diseño estampado con la
temática de huellas de perro.
Aunque todo
el desastre es algo de lo que reírse, la fotografía más curiosa es la imagen de
la cama del matrimonio, que apenas tiene una huella del husky en uno de los
laterales. Posiblemente el perro haya sentido la tentación de revolcarse en la
cama, pero en el último momento recordó una de las reglas de la casa y resistió
con valentía. ¡Buen perro!